Resultados máximos en tiempo mínimo, sin importar su ubicación
Fitness
Llega un momento en nuestras vidas en el que de repente descubrimos que las viejas formas de hacer las cosas ya no funcionan. Esos entrenamientos intensos ya no están dando los resultados que deseas. La realidad es que ahora son durísimos para tu cuerpo y no te estás recuperando como antes. Además de esto, antes podías darte uno que otro gusto en tu dieta, sin embargo, ahora parece que con solo mirar un pedazo de chocolate aumentas tu cintura. Es frustrante, ¿verdad? La peor parte es que no tiende a mejorar, pero sí hay acciones que puedes llevar a cabo para contrarrestar.
Para tener una vida realmente saludable, debes eliminar todos los problemas de salud subyacentes. Por supuesto, llevar una vida balanceada debe ser prioridad a cualquier edad que tengas. ¿Has descubierto que en realidad estás haciendo todo lo que está a tu alcance para estar saludable (comer sano y hacer ejercicio con regularidad) y no está viendo ningún resultado? Entonces tal vez sea prudente considerar una visita a tu médico de cabecera.
Hay muchas condiciones subyacentes que podrían obstaculizar tu camino hacia el éxito. Podría ser cualquier cosa, desde alergias a sensibilidades a los alimentos, hasta una tiroides hipoactiva y otros desequilibrios hormonales. Una vez que los hayas detectado y eliminado, podrás volver a tomar el camino correcto hacia tus objetivos de salud.
Los principios básicos de la pérdida de peso en realidad son los mismos, sin importar si eres adolescente, tienes 20, 30, 40, 50 o más. La principal diferencia es que a medida que envejeces, se vuelve más difícil perder peso. Lo peor que puedes hacer es seguir las últimas modas de fitness, solo porque alguien más te dijo que le estaba dando resultados.
Ir lento, pero seguro, es el mejor enfoque que puedes adoptar para alcanzar tus metas de entrenamiento, si tienes más de 40. Se trata de adoptar un ritmo constante tanto en la dieta como en los entrenamientos y no preocuparte por un día “malo”. Toma la decisión consciente de que has terminado con las dietas para siempre y que, a partir de ahora, se trata de comer de manera consciente.
Si tienes más de 40 y quieres ver resultados en tu entrenamiento, entonces necesitarás ajustar tu dieta, en consecuencia. Míralo de esta manera, si ingieres tan solo 100 calorías adicionales al día (que no quemas), esto dará lugar a un aumento de peso de 9 a 10 libras en un año. Si repites ese patrón, en el transcurso de unos años de repente te encontrarás cargando más libras de la cuenta. ¿Qué son 100 calorías? 1 manzana grande, 1 plátano mediano, 1 taza de yogur natural bajo en grasa. Comer en exceso sin siquiera darse cuenta es bastante fácil. Incluso cuando creemos que estamos comiendo saludable.
Ahora, en el caso de muchas mujeres, la baja densidad ósea puede convertirse en un problema. Es por eso que deberías considerar aumentar tu ingesta de calcio. Sin embargo, si tu plan de alimentación ya está funcionando para ti, apégate a el.
La edad viene con una mayor responsabilidad y, desafortunadamente, con menos de ese valioso tiempo libre. Es por lo que, a menudo, el ejercicio regular no siempre es posible. Sin embargo, a medida que envejeces, se vuelve más importante dedicar tiempo a los entrenamientos regulares.
Como ya hemos visto en posts anteriores, la tendencia es a perder músculo y quieres hacer todo lo posible para revertir ese efecto. Desarrollar músculos no solo te ayudará a mantener los huesos fuertes. También te ayudará a mantener tu metabolismo activo y funcionando a niveles óptimos. Por otra parte, no tengas miedo de levantar pesas. Si estás empezando de cero o hace rato no te ejercitas, empieza con unas pesas livianas. Es importante que escuches a tu cuerpo y que no te extralimites. Esta es la mejor manera de evitar lesiones.
Cuando se trata de regular tu metabolismo y perder peso, dormir lo suficiente es una pieza importante del rompecabezas. La falta de sueño afecta tu producción de cortisol, que regula el apetito. ¿Te sucede mucho que tienes esa hambre insaciable, incluso cuando estás lleno o acabas de comer? Puede ser porque no estás obteniendo el descanso necesario. No solo eso, también es posible que tu cuerpo no pueda metabolizar los carbohidratos con tanta eficacia. Esto lleva de forma inevitable a un aumento de los niveles de en la sangre, lo cual puede llevar a resultados nefastos.
En este punto de tu vida, es muy bueno tener un enfoque más saludable hacia la alimentación. Sin embargo, tampoco hay que exagerar. Puedes darte un capricho de vez en cuando, siempre que no se vuelva un mal hábito. Siempre ten presente con qué frecuencia te estás complaciendo.
Un buen truco a la hora del postre, por ejemplo, es preguntarte qué tanto te encanta ese postre. Si se trata del mejor postre de todos los tiempos, entonces come un poco. Si solo está bien, entonces mejor no lo hagas. Esto lleva un poco de práctica para implementar, pero vale la pena. De lo contrario, empezarás a ver la dieta como un sacrificio imposible de alcanzar. Es en ese punto que las personas se desmotivan, empiezan a ver sus metas de salud como algo inalcanzable y tiran todo por la borda.
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